Amig@s quiero compartirles esta reflexión que se me hizo muy bonita y muy acorde a los tiempos que estamos viviendo, donde por las prisas, la necesidad de trabajar de las mujeres, en muchas ocasiones no nos damos el tiempo para ver por quienes nos dieron la vida. Aquí les va.....
"¿Cuántos años necesitará un papá para pasar de moda, para perder autoridad y el respeto de sus hijos?" - Exclama el anciano al sentir la tristeza del rechazo de sus hijos, al verse torpe e inútil. Por otro lado, el niño aquel que corría a abrazar a su padre que regresa a casa después de la faena diaria, se ha vuelto insensible con el paso del tiempo y las antiguas muestras de cariñpo hoy sólo son indiferencias y aislamiento.... "¡Si, yo lo batallo!" acalla su conciencia.
Este podría ser el inicio de las trama de una gran telenovela, pero tenemos que reconocer que es una historia que se repite mucho en nuestras familias, aún en los que nos decimos muy orgullosamente seguidores de Cristo. Es verdad que vivimos en un mundo de constantes cambios, sin embargo, la Palabra de Dios permanece y es muy clara en sus enseñanzas al decirnos: "Hijo, cuida de tu padre en su vejez, y en su vida no le causes tristeza" (Ecle, 3, 12)
¿Tienes vivos a tus padres?... porque hay mucha gente que anhela tener a sus padres para darles la alegría que en vida nunca les dieron, es más, hasta un regaño quisieran de ellos... tú que los tienes vivos, ¿los ayudas moral y económicamente?... ¿Estás tan acostumbrado a ellos que ni siquiera los buenos días les das?....
Con el amor de nuestros padres podemos tocar lo divino, quizá te gustaría ver la cara que pondría tu padre cuando un día por la mañana lo saludaras con un abrazo y un beso, o por la tarde le preguntaras: "¿Cómo te fue hoy papá?; o la admiración de tu madre al quedarte a comer junto con ella y no dejarla, como siempre, sola como una sirvienta y darte cuenta que no son máquinas programadas para darte cosas, sino seres humanos que también tienen sus luchas interiores y por lo tanto necesitados de caripño y comprensión, pero más que nada, ansiosos de contemplarte un día y pensar con gozo "valió la pena traerte al mundo".
Amig@s ojalá que esta pequeña reflexión les ayude a apreciar a sus padres quienes los tienen, yo en mi caso no los tengo pero le doy gracias a Dios por el tiempo que me los prestó y por los padres excelentes que fueron. Buen inicio de año.